¿De qué depende nuestra capacidad de endeudamiento? La respuesta es evidente, de nuestra capacidad para pagar la misma. Lo que resulta más complejo es el análisis que deriva de la respuesta.
La primera variable que tendremos que determinar es el cash flow libre y disponible para la deuda, esto es, los recursos de los que dispondrá la empresa para poder pagar las deudas actuales y previstas, y de las prioridades y prelaciones establecidas en contratos para cobrar unas deudas antes que otras. Si una deuda es prioritaria (senior) cobrará antes que una subordinada (junior). Por tanto, siempre es muy importante fundamentar y justificar debidamente los ingresos que se esperan obtener, y los cobros derivados de ellos. No basta con establecer un número en una hoja de cálculo, este debe estar debidamente justificado siempre. Si utilizamos terminología propia de Project Finance, el cash flow anterior debe ser un P90, lo que significa que la probabilidad de obtener dicho cash flow o mejor es de un 90%. Aunque sea una probabilidad subjetiva, dicho escenario dará confort a los financiadores.
Pero más allá de las previsiones de cash flow, hay eventos esperados e inesperados de pérdida. Las pérdidas esperadas son las que derivan del propio perfil del proyecto o empresa, y se traducen en la diferencia entre la rentabilidad esperada de proyecto y la realmente obtenida. Sería algo así como ese 10% de probabilidad no incluida en el P90. Más allá de las pérdidas esperadas, nos encontramos con pérdidas no esperadas derivadas de situaciones fuera de control como eventos macroeconómicos, shocks de crisis asimétricas, riesgos de desastres naturales, etc. Por ello, se hacen necesario unos fondos propios que den la cobertura suficiente tanto a las pérdidas esperadas como a las inesperadas. Por eso, unido a los necesarios compromisos en el desarrollo del proyecto, es que le van a mirar sus fondos propios, es un colchón de garantía para la deuda ante potenciales pérdidas. Los proveedores de deuda solo empezarían a perder a partir de que se consumieran los recursos propios.
Obviamente, más allá de la capacidad de pago, determinado según los anteriores comentarios, también se va a medir su carácter histórico como pagador, para lo que se recurrirá al historial de su empresa reflejado en las diferentes bases de datos.
En resumen, para determinar la capacidad de deuda que usted tendrá:ç
- Realice unas previsiones muy bien fundamentadas de sus ingresos y gastos, cobros y pagos. Justifique debidamente todos ellos al mayor detalle posible. Considere un caso muy conservador, derivado de un escenario en el que el resultado final sea ese o mejor con una probabilidad muy alta; P(90).
- Determine el cash flow libre disponible para la deuda y relaciónelo periodo a periodo con los pagos ya comprometidos con deudas actuales. El resultado por cociente entre ambos es lo que se denomina Ratio de Cobertura del Servicio de la Deuda (RCSD). Cuanto mayor sea este ratio mejor. Cuanto más se acerque a 1 menor capacidad para nuevas deudas. El RCSD, para estar cómodos, debe ser superior a 1,5, aunque este es un dato que debe ser tomado con una cierta flexibilidad.
- Tenga en cuenta los escenarios de riesgo, identifíquelos debidamente en un mapa de riesgos. Dará lugar a lo que se denominan pérdidas esperadas. Considere que adicionalmente existen las pérdidas inesperadas.
- En función de los puntos anteriores, tendrá que disponer de fondos propios suficientes, es un proceso iterativo. En muchas de las ocasiones, por simplificar procesos, le van a limitar directamente la nueva deuda a los fondos propios disponibles.
Esperemos le sea de ayuda, siempre puede contar con el apoyo profesional de Globofinanzas.